Los días se acortan: la rotación de la Tierra se aceleró en 2020
¡Se diría que la Tierra también quería dar carpetazo rápidamente al 2020, el año en que dio comienzo la crisis del coronavirus! Y es que, el año pasado, su velocidad de rotación aumentó ligeramente, lo que viene a confirmar la fase de aceleración iniciada en 2016. De media, los días han sido 0,3 milisegundos más cortos que en 2019. Este fenómeno natural afecta al ajuste de los relojes atómicos. Por eso, es importante que elija un sistema de sincronización automático para sus relojes. Explicaciones.
Hasta ahora, el récord del día más corto desde la era espacial se batió el 5 de julio de 2005
La Tierra gira sobre sí misma en 23 horas y 56 minutos con respecto a las estrellas y en 24 horas con respecto al Sol, es decir, 86 400 segundos. Esto es lo que nos enseñan en la escuela. Sin embargo, desde los años 30 del siglo pasado, los científicos vienen observando irregularidades del orden de unos milisegundos en la duración del día. Así, en 2020 la Tierra giró sobre su propio eje más rápido de lo que llevaba haciendo desde hace casi medio siglo. El récord anterior era del 5 de julio de 2005. Ese día, la Tierra completó la rotación sobre su propio eje 1,05 milisegundos antes de llegar a los 86 400 s, récord que se batió 28 veces en 2020, en que asistimos a los 28 días más cortos que se han registrado desde la década de 1930.
En concreto, el 19 de julio de 2020 la Tierra giró sobre sí misma en 1,46 milisegundos menos que en un día medio de referencia, por lo que se instauró como el día más corto del año. Los días del año 2021 serán tal vez los más rápidos que se registren desde comienzos del siglo XX, con un día medio 0,6 milisegundos más corto que su referencia.
¿Cómo se explica este fenómeno natural?
La fase de aceleración actual, que comenzó en 2016, pone de manifiesto las irregularidades de la rotación terrestre descubiertas en 1930 y que, según la hipótesis más aceptada, se deben a la interacción entre el núcleo líquido de la Tierra y la corteza terrestre. Actualmente, este fenómeno oculta la desaceleración resultante de la marea lunar. Estas irregularidades modifican el desfase entre el tiempo universal de rotación de la Tierra (UT1) y el tiempo universal coordinado (UTC), basado en 200 relojes atómicos repartidos por el mundo. Según una convención adoptada en 1972, el tiempo UTC se sincroniza con UT1 en alrededor de 0,9 s, añadiendo o restando un segundo en el tiempo UTC en fechas establecidas. Desde 1972, el tiempo UTC se ha retrasado un segundo 37 veces. Ahora bien, si continúa la aceleración actual, el adelanto del tiempo universal de rotación de la Tierra (UT1) respecto al tiempo atómico hará necesario retirar un segundo del tiempo UTC de aquí a 5 años, es decir, adelantarlo un segundo.
Leyenda del gráfico: diferencia entre el tiempo universal de rotación de la Tierra (UT1) y el tiempo universal coordinado (UTC).
Cómo afecta a nuestros relojes
Aunque la rotación de la Tierra no esté coordinada con el ritmo ultrapreciso y regular de los relojes atómicos, es posible utilizar un segundo intercalar positivo o negativo en nuestros relojes para resincronizar el tiempo atómico y el astronómico. Por eso es imprescindible pensar en la sincronización para evitar un desfase en la hora que indican los relojes.
Nuestros relojes Bodet cuentan con sincronización ALS162, una señal emitida desde un emisor de onda larga en la frecuencia de 162 kHz situado en Allouis, en el centro de Francia. El receptor ALS162 permite captar con precisión la señal horaria. Por tanto, sus relojes cuentan con una sincronización horaria controlada, fiable, segura y precisa. Además de nuestros relojes, nuestros servidores horarios también transmiten una hora sumamente precisa a todos sus equipos informáticos.